Aunque la tecnología traerá nuevos
puestos de trabajo y oportunidades laborales, también conllevará un menor número
de empleos; si restringimos empleo a lo que hoy conocemos como tal, olvídalo,
mucho menos. Sin embargo. Lo que tenemos que pensar es que vamos hacia un mundo
en el que muchas personas harán cosas que hoy no consideraríamos empleo, pero
lo serán.
Muchos puestos de trabajo ya son ejercidos por
máquinas, que llevan sustituyendo al ser humano en distintas labores desde hace
siglos. Pero irá más, y ya no solo afectará a los menos calificados; habrá un
gran número de tareas que los robots realizarán mejor que nosotros. ¿La clave
para ser imprescindible en éste futuro? Teniendo en cuanta que la mayoría de ocupaciones
que tendrán los escolares de hoy todavía no existen, es difícil precisar.
Pero los expertos coinciden en al
menos un par de ellas: potenciar las
habilidades que las máquinas no saben replicar y la capacidad para adaptarse a
los cambios.
América Latina no parte, en muy
buena posición ante este reto. Según un estudio de la Universidad de Oxford,
sólo dos regiones del mundo tienen más que perder con la automatización del
trabajo: China y el Sudeste Asiático. Probablemente, porque parte sustancial de
las exportaciones y del empleo se concentra en actividades que corren el riesgo
de ser automatizadas, como la manufactura intensiva en mano de obra, la
extracción de recursos naturales y servicios de calificación media como los
contables, legales o de gestión.
¿Cuáles son las oportunidades de
Latino América en este contexto?
Es un continente creativo, muy
adaptado a desafíos, acostumbrado a superar situaciones críticas y hacer de la
necesidad muna virtud.
Gracias por pasar!
Agradecimientos: Vanessa Domeneque
danystraits@gmail.com
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