Una vez, mientras viajaba en un autobús lleno de gente, el hombre sentado a mi lado lanzó su teléfono celular por la ventana. Cuando sonó el teléfono, en lugar de responder obedientemente, lo arrojó lejos. Me quedé atónito. Me miró, se encogió de hombros y apartó la mirada. No tenía idea de si era de él, si fue robado o si ni siquiera sabía lo que era un teléfono celular. Pero en un movimiento aparentemente descuidado, se las arregló para liberarse de algo que completamente lo consumía.
La tecnología se supone que nos libre del trabajo y nos dará más tiempo de ocio. Pero se ha demostrado que hace exactamente lo contrario. "Los seres humanos están atrapados en un ciclo de alta tecnología que se está congelando sus mentes lejos de vivir el momento, ver la vida y tomar de lo que les rodea".
Una encuesta de 2005 Léger Marketing de la tecnología informática (periódico de Canadá) encontró que la mayoría de la gente siente que la tecnología ha significado más trabajo y menos tiempo con la familia. Si se trata de teléfonos móviles, Blackberry, los juegos de vídeo o de correo electrónico, nos hemos convertido en una cultura de esclavos de nuestros aparatos electrónicos.
Con la expresión en mi rostro viendo la pantalla del ordenador durante horas y horas, a veces me pregunto si hay un mensaje secreto escondido en el laberinto tecnológico. Pero cuanto más miro, más me sigue llegando la misma respuesta: estoy atrapado. Y con mi celular me sentía libre pero al contrario; como la bola de hierro con grillete al pie de los esclavos, tiene el mismo nombre: BlackBerry. Saludos a todos...
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