Vivimos en una cultura totalmente hipnotizado por la ilusión del tiempo, en el que la llamada actual momento se siente como nada más que una rayita infinitesimal entre un pasado todo poderoso causante y un futuro absorbentemente importante. No tenemos presente. Nuestra conciencia está casi totalmente preocupado con la memoria y la expectativa. No nos damos cuenta de que nunca fue, es ni será cualquier otra experiencia que la experiencia presente. Por tanto, estamos fuera de contacto con la realidad. Confundimos el mundo que habla, describe, y se mide con el mundo que en realidad es. Estamos enfermos con una fascinación por las herramientas útiles de nombres y números, de los símbolos, signos, conceptos e ideas.
Alan Watts