El Círculo de Fuego del Pacífico está formado por una cadena de volcanes que comprende Alaska, Canadá, Estados Unidos, México, América Central, Sudamérica, Antártica, Nueva Zelandia, Fidji, Filipinas, Japón, Kamtchatka y Aleutianas.
La región andina es quizás una de las de mayor inestabilidad de la corteza, donde existe el mayor desnivel topográfico: alrededor de 15 mil metros, entre el fondo de la fosa oceánica Chile-Perú (8.000 m) y la cumbre de las cadenas volcánicas de los Andes (sobre 6.000 m). La actividad sísmica tiene aquí una alta concentración.
Además es una zona activa de contactos entre placas oceánicas y continentales.
El terremoto del océano Índico de 2004, conocido por la comunidad científica como el terremoto de Sumatra-Andamán, fue un terremoto submarino que ocurrió a las 00:58 UTC, o 07:58 en el tiempo local de la región del domingo 26 de diciembrede 2004 (21:58 hora costa del Pacífico Oeste delsábado 25 de diciembre), con epicentro en la costa del oeste deSumatra, Indonesia. Deja a un total de 229.866 pérdidas humanas, incluyendo 186.983 muertos y 42.883 personas desaparecidas.
El terremoto de Chile de 2010 fue un sismo ocurrido a las 03:34:14 hora local (UTC-3), del sábado 27 de febrero de 2010, que alcanzó una magnitud de 8,8. El epicentro se ubicó en el Mar Chileno, frente a las localidades de Curanipe cerca de 150 kilómetros al noroeste de Concepción. Las víctimas fatales llegaron a un total de 525 fallecidos.
Japón 2011, el terremoto ocurrió a las 14:46:23 hora local (05:46:23 UTC) del viernes 11 de marzo. El epicentro se ubicó en el mar, frente a la costa de Honshu, 130 km al este de Sendai, en la prefectura de Miyagi, Japón. La magnitud de 9,0 MW lo convirtió en el terremoto más potente sufrido en Japón hasta la fecha así como el cuarto más potente del mundo de todos los terremotos medidos hasta la fecha.
La falla de San Andrés se divide en el sur, donde uno de los tramos se transforma en la falla de San Jacinto. Un nuevo estudio muestra que ésta se ha sometido a un nivel de esfuerzo suficiente para el siguiente "gran evento" (un terremoto de magnitud ocho o mayor) y el riesgo de un enorme temblor de tierra en esta región puede estar creciendo más rápido de lo que los científicos sospechan. Muchos creen que éste es inevitable. Un evento así sería percibido en gran parte del Sur de California, incluyendo a las ciudades densamente pobladas de San Diego y Los Angeles.