lunes, 11 de abril de 2016

El tiempo de comenzar es hoy.



En apariencia complejos, pero en el fondo simples, predecibles, así somos los humanos. Al rato nos creemos dioses y pontificamos desde nuestra palestra para decir "esto sí", o "esto no" como si nos halláramos por encima del resto del mundo y hasta fuéramos capaces de determinar el sentido en el que han de girar los astros en el universo. Y así, en tal actitud procuramos a unos prójimos y evitamos a otros, como cuidando de que nos de no contaminarnos con su aspecto, su condición humilde, su ignorancia... Vamos por la vida con la nariz en alto y la mirada dirigida a otro lado cuando nos topamos con el grueso de las personas, a modo de significar que nada tenemos en común con ellas.


Nos sentimos dioses por el mundo, y tal vez esperamos para que los demás nos den trato diferencial, aunque si viéramos las cosas con los ojos de la verdad, terminaríamos descubriendo que esos aires de grandeza tienen su origen muy dentro del corazón, en nuestros propios temores, en las inseguridades, en la falta de visión para percibir las cosas como en verdad son, alejadas de toda afectación externa.

Vamos por la vida demandando una trato preferencial, y tal vez hasta sacando ventaja de las limitaciones de aquel al que juzgamos poca cosa, para ignorar sus derechos en forma alevosa para beneficios propio. Y quizá ni dudamos expresarnos de forma peyorativa de su persona o de sus derechos, a sabiendas de que él será incapaz de alzarnos la voz correspondencia.

¿Qué mundo estamos construyendo de esta manera? ¿Qué nos puede esperar a todos en una sociedad que se erige así, con ciudadanos de primera especial y ciudadanos de segunda baja? ¿Que indica esta actitud excluyente, que no sea nuestra propia limitación emocional?...

Lo dijo Gandhi alguna vez: " La grandeza y el progreso moral de una nación se mide por la forma como trata a sus animales." Yo agregaría en este rubro a los pequeños, a los ancianos, a,los más pobres, a todos aquellos que no estarían jamás en situación de condicionar o retribuir un favor de nuestra parte.


¿Que cosa grave pasa o qué se me pierde si saludo a un desconocido? ¿Qué si cedo el paso a una persona en un crucero, o al momento de entrar a un edificio? Y finalmente, ¿De que nos sirven estos constructos sociales más allá de actuar como un resguardo-del todo ficticio, por cierto- para nuestros temores e inseguridades?

Todos por igual tenemos necesidades emocionales, ser reconocidos, tomados en cuenta, pertenecer a un grupo y sentirnos respaldados. Si algo necesita nuestro mundo en estos momentos es sentirse merecedor de una actitud positiva de parte de otras personas. Hemos generado una sociedad adormecida ante el sufrimiento ajeno, abordamos las cosas con los sentidos, no con el corazón, a este lo hemos ido dejando fuera de la jugada de la convivencia. Hemos construido entre todos una sociedad consumista y utilitaria en la cual; por regla, las cosas y las relaciones se miden por su encanto, por su capacidad de generar satisfacción, y en el momento cuando dejan de aportarnos un beneficio nos deshacemos de ellas como de una cachorro viejo.

El corazón del hombre está dañado por estas actitudes de unos contra otros. Nuestra miopía emocional no otorga un espacio para las necesidades del prójimo, es más. aquel ni existe como persona, si acaso representa un peón sobre el tablero, una pieza que muevo a mi arbitrio y lanzo a los leones si así conviniera a mi juego.

¿Cómo le vamos a dar a esa visión chata que nos hace más que aislarnos y que nos perdamos la mitad de la fiesta? ¿Cuánto más vamos a conceder que sean nuestros temores los que llevan la batuta sin permitirnos tocar nuestra propia música? El día en que entendamos que la vida no se vive nada más en ciertos horarios o lugares y sólo con ciertas personas, sino que es la manifestación de ese espíritu que nos habita, en todas sus formas y en todos sus momentos, entonces principiaremos a vivirla.


El tiempo de comenzar el hoy, antes de que el tiempo nos gane la partida.




Nos despedimos no sin antes reiterar la invitación a visitar el espacio de mi amigo Cuatesaurio, recomendando un post que en lo personal me pareció entretenido a la vez que interesante, para aquellos que gustan de los personajes de los cómics, marver, DC (me incluyo), buena info a cerca de la reciente película de Batman vs Superman " El origen de la justicia",  gracias por visitar la página, saludos cordiales!

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