lunes, 3 de marzo de 2014

El reloj del fín del mundo

Un poco de historia

En 1947, Martyl Langsdorf, una pintora especializada en paisajes abstractos, ilustró con un reloj la portada del Bulletin of Atomic Scientists. Ese reloj marcaba las 11.53, siete minutos antes de medianoche. La hora no era casual, y la imagen del reloj, tampoco.

El marido de Martyl Langsdorf, Alexander Langsdorf Jr., fue uno de los físicos que participó en el Proyecto Manhattan que dio como resultado la invención de la bomba atómica. En 1945, cuando se hacían los preparativos para lanzar la bomba sobre Hiroshima y Nagasaki, y a medida que el debate interno entre los científicos participantes aumentaba, con la preocupación por el efecto de su invento, Langsdorf y sus compañeros fundaron esa publicación.

Cuando dos años después lo que comenzó como un folleto pasó a ser una revista, la mujer de Lansgdorf recibió el encargo de ilustrar la portada. Su primera idea fue estampar una gran “U”, el símbolo del uranio, pero a medida que fue conociendo los contenidos, se decidió por el reloj acercándose a medianoche, una metáfora para transmitir la urgencia del mensaje: el peligro que corría la humanidad de autodestruirse por culpa de algunos de sus propios inventos.


El aviso se tornó en tradición, y son ya más de 60 años los que el Reloj del Apocalipsis, como fue bautizado, lleva haciendo tictac. Cada año, en enero, el consejo de seguridad de la asociación, en consulta con su comité de asesores, del que forman parte, entre otros, más de 18 Premios Nobel, fijan la nueva hora. 

5 minutos para el fin


En enero de este año se hizo pública la nueva cuenta atrás, y la inquietante cifra son cinco: cinco minutos son los que faltan para el Apocalipsis. 300 segundos, ni uno más, ni uno menos. Visto por el lado bueno, es el mismo tiempo que fijaron para el año 2013, y aquí seguimos.


John Mecklin, editor en jefe del Boletín de Científicos Atómicos, dijo al diario Los Angeles Times el miércoles acerca de cómo se toma la decisión del juicio final minuto.

Según el Boletín, el grupo "creó el Reloj del Juicio Final ... utilizando la imaginería del apocalipsis (medianoche) y el lenguaje contemporáneo de la explosión nuclear (cuenta regresiva a cero) para transmitir amenazas para la humanidad y el planeta", y agregó que el reloj se ha convertido en un indicador de qué tan vulnerable es el mundo de una catástrofe nuclear, el cambio climático y las nuevas y potencialmente peligrosas, tecnologías.


En la carta anual del grupo - de este año envió a las Naciones Unidas por sus implicaciones internacionales - que dicen amenaza más importante del mundo es los arsenales nucleares descomunales "potencialmente civilización interminable" de los Estados Unidos y Rusia, junto con las crecientes arsenales en la India, Pakistán y China.

"Las personas no entienden realmente, la situación de armas nucleares es muy peligroso", Mecklin señaló, y agregó que no lo suficiente como ocurrió al final de la guerra fría para hacer el mundo más seguro.
Más allá de la amenaza nuclear, el grupo también señala que los líderes del mundo han llegado a un punto muerto en los esfuerzos para limitar las emisiones de dióxido de carbono que han hecho de los océanos más ácidos, e incluso tenga en cuenta que existen riesgos emergentes como los ciber-armas y los "robots asesinos."


En su carta, el grupo pide a los dirigentes mundiales a tomar medidas sobre todas estas amenazas.

La buena noticia? Por lo menos no nos acercamos a la medianoche de este año. Lo más cerca que el Boletín de Científicos Atómicos ha puesto jamás el reloj es de dos minutos para la medianoche en el año 1953.




Eso es todo por esta ocasión, aprovechando para saludar a mis amigos: Rulo, Oldie, Tyson, Fer, Chofo, que le llegaron este sábado a su casa y conbebimos muy amenamente, gracias por visitar el blog.

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